viernes, 4 de diciembre de 2009

HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE



En el siglo XXI hay nuevas fomas de enamorarse, incluso de quedar enredado en la red, me refiero a internet, naturalmente... pero en todo lo demás, pocos cambios

Un hombre le dice a su mujer:
- Cariño, dime algo con amor.
- Amorfo!

A continuación un testimonio desconcertante de una viuda al pronunciar unas sinceras palabras sobre su marido difunto ante familiares y amigos... mirar sus caras.



Un testimonio muy cercano, y sin duda todos podremos recordar pequeños detalles de los seres queridos cuando falten...aunque será deseable que recuerden pequeños detalles menos comprometedores que esta señora tan sincera. Lo que es cierto es que por desgracia valoramos más las cosas y las personas cuando las perdemos; la salud, el dinero, el trabajo, los seres queridos...

En este mundo nadie es perfecto, así que debemos aprender a convivir con los defectos de nuestros prójimos. Según el dicho "nadie se enfada con alguien a quién ve una vez al mes"..."La convivencia diaria es otra cosa...




Durante el noviazgo sólo se ven las buenas cualidades de la persona a quien se ama. Con los defectos hay mucha indulgencia. En cambio de casados ocurre al contrario: hay cierta tendencia a olvidar las buenas cualidades y a aumentar los defectos.


Dos amigas se encuentran en una fiesta:
- ¿Sabés la última?... me caso con tu ex novio.
- No me extraña, el día en que terminamos me dijo que iba a hacer alguna tonteria...


Una buena idea para ser indulgente con tu pareja es exigirte más a ti mismo precisamente en esos supuestos defectos que no te gustan, eso te hará ser más comprensivo y un buen ejemplo que le ayuda a mejorar...y en cualquier caso, esos defectos tampoco importan demasiado, si verdaderamente se ama.

Porque, después de todo, pocas cosas son realmente importantes en el matrimonio, aunque a veces las "imprecisiones" nos hacen pensar que es una carrera de obstáculos que nos impiden tener perspectiva. El amor, pasado el periodo de rodaje, se compone de sacrificios recíprocos, -más o menos gustosos-, por la persona amada...lo demás es aire, ganas de discutir.

Superar juntos las dificultades une mucho más. Y compensa toda una vida.

Al final quedan los buenos recuerdos convenientemente filtrados.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que se te ha olvidado hacer mención al respeto.

Bajo mi punto de vista, y aunque esté incluído dentro del termino "convivencia", respetar a tu otra mitad es fundamental; el día que sale de nuestra boca el primer insulto, el primer reproche agrio, el primer grito, el respeto salta hecho añicos. De ahí a la falta de armonía, hay un paso, y ese es un paso que no tiene vuelta atrás en la inmensa mayoría de las ocasiones.

"Hasta que la muerte nos separe..." Bonita pero, por desgracia, cada vez menos real frase.

Recibe un fuerte abrazo,

ROSTAM dijo...

Cierto, amigo Max.

El respeto mutuo es la base de cualquier relación personal, y es lo que, por desgracia, se pierde primero en nuestra sociedad. Las consecuencias saltan a la vista.

Sin respeto, la conviviencia es imposible.

En una sociedad egoista, donde los compromisos duran lo que dura el sentimiento, donde no se comprende ni el sacrificio ni la caridad, donde no hay valores permanentes...efectivamente "hasta que la muerte nos separe" puede sonar a "y fueron felices y comieron perdices"...unas bonitas intenciones con final de cuento.

Afortunadamente bastantes personas lo consiguen, a pesar de todo.

Un abrazote, querido amigo

Mandalas, Espacio Abierto dijo...

Hola

Me he colado a través del blog de Max Birrax. Espero no ser inoportuna.

Me ha gustado mucho el post y sobre todo las reflexiones de los dos comentarios. El respeto junto con la sinceridad, comunicación, apoyo, ponerse en el lugar del otro..., es una de las patas que forman la base de cualquier relación y más si es amorosa.

Un saludo.

ROSTAM dijo...

Mandalas, Espacio Abierto,

Eres calurosamente bienvenida a mi blog, y te agradezco tu acertado comentario.

Sin el esfuerzo que supone vivir esas virtudes en común, es imposible la conviviencia, porque falta el amor y sobra egoísmo.

Otros ingredientes fundamentales pueden ser el agradecimiento y la disculpa, que a menudo se echan de menos en las relaciones humanas.

Será estupendo si te vuelves a colar por aquí cuando tengas tiempo.

Un saludo afectuoso

Amanda dijo...

Así como la letra con sangre no entra, el amor con sacrificio, tampoco.

Y así nos va...

ROSTAM dijo...

Gracias Amanda

Ciertamente la letra no entra con sangre, pero tampoco conozco nada que merezca la pena, que no exija esfuerzo y sacrificio, incluído el amor.

El amor sin esfuerzo, como mucho dura media hora, al menos en mi caso.

Ojalá en esta vida todo fuera fácil y cómodo, pero creo que, o yo me lo monto fatal, o las cosas se complican sin querer

Un abrazo

Sarinha dijo...

Diosss me encanta el vídeo. Las relaciones de pareja han cambiado mucho, antes se aguantaba más por miedo a una sociedad intolerante, ahora es todo mucho más efímero.
La convivencia es algo importante, pero para eso no hace falta matrimonio :)
Un besooo

ROSTAM dijo...

Qué tal Sarinha?

El vídeo es muy sorprendente y a la vez conmovedor. Me alegra que te haya gustado.

Tan malo es que las relaciones sean efímeras como que haya que aguantar por miedo a una sociedad intolerante e hipócrita.

De todas formas creo que cualquiera desearía que su amor fuera eterno, aunque haya miedo a compromisos "eternos" y sobre todo al sacrificio, a lo que cuesta.

Sin duda, la convivencia es necesaria y no hace falta llegar al matrimonio, aunque creo que ese compromiso da autenticidad a una relación entre hombre y mujer.

Besotes