jueves, 23 de diciembre de 2010

RANA COCIDA. UNA RECETA FÁCIL Y ACTUAL

Todo se puede comer, cortado suficientemente fino (proverbio chino)

Lo primero es conseguir una rana común, sana y sin golpes, e intentar ganarse su confianza con palabras amables y pequeños obsequios; mosquitos, migas, etc. Actuando así su carne es más sabrosa y tierna. Ya veréis

Esta receta que os propongo es muy sencilla y moderna. Se puede hacer con una o más ranas a la vez, es el secreto está en el tiempo de cocción y en haberse sabido ganar a la rana. Esto último depende de la habilidad de cada uno, y en cuanto al tiempo de cocción hay teorías varias...

Si probamos a arrojar a la rana viva en una cazuela con agua hirviendo, la rana vemos que pega un bote y se larga, y nos quedamos sin comer.

Sin embargo, si introducimos a la rana en la cazuela con agua fría, no le hará mucha gracia pero estará nadando, se supone que para entrar en calor...


Se va subiendo la temperatura y comprobamos como la rana lo agradece e incluso parece que sonríe, con el agua tibia que sigue calentándose...está encantada de la vida, jamás se encontró mejor, pero poco a poco aquello es una sauna, y ya no es tan agradable..mira a ver dónde puede subirse, quizás aquella patata...se va adormeciendo y al final queda cocida, tan rica y tiernamente como una gamba


La rana no detecta los pequeños cambios paulatinos que se producen en su entorno, sólo percibe lo inmediato; una agradable tibieza que termina llevándole a la muerte, pues cuando quiere reaccionar ya es tarde, bien porque carece de fuerzas, bien porque no encuentra la base necesaria para apoyar un enérgico salto o simplemente porque carece ya de la voluntad de salvarse.

Peter Sengue lo recoge en su libro “La Quinta Disciplina” para referirse a la gestión de empresas e ilustrar lo que les puede pasar a aquellas organizaciones que no detectan los pequeños aunque constantes cambios que experimenta el entorno: acaban por fracasar, pudiendo desaparecer cocidas en su propio inmovilismo y autocomplacencia.

Más aún, desde mi punto de vista se puede extender el ejemplo a la sociedad actual, en España y en muchos países, en dónde los ciudadanos se han deslizado por adormecido por el estado del bienestar y como la enfermedad del sueño, o la pobre ranita, termina en parálisis y muerte. Ya lo dijo con su gracia andaluza Alfonso Guerra, actualmente en paradero desconocido,... "a este país no lo va a reconocer ni la madre que lo parió"

Objetivamente vivimos más y mejor que nunca, sin embargo hemos ido sufriendo recortes paulatinos en nuestras libertades, corrompiendo costumbres, volviéndonos más egoistas, sin un sentido claro de la vida...Nos han quitado los ideales, rectos o no, y ha cambio no nos han dejado nada. Mientras hay dinero para gastar, todo son risas y juerga en una sociedad de consumo compulsivo, pero cuando se acaba, la sociedad termina cocida.


Como en la oscarizada (6) y magnífica película Crash, necesitemos sacudidas, impactos para poder reaccionar en cuanto tomamos conciencia del peligro y actuar a tiempo. En esta película defiende esa idea de que ante situaciones extremas e inesperadas todos tenemos la necesidad de reaccionar de una u otra forma, unas veces heróicamente si es necesario y otras, de la manera más mezquina. Es el aburguesamiento de las costumbres lo que provoca en nosotros una muerte lenta y sin esperanza.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Va, donde esté el sapo con refritos de ajo y un toque de orégano que se quite la rana semicruda.
Upss.

ROSTAM dijo...

Jajaja, sí, Necro, me está entrando el hambre. Los sapos bien hechos saben mejor que los mal hechos..Bprrupf

Josete dijo...

Últimamente no estoy con mucho tiempo para comentar, pero quería pasar por aquí para desearte un feliz día.
¡¡Feliz Navidad!!

ROSTAM dijo...

Josete, creo qu yo ando igual, por eso te agradezco mucho el detalle y también te deseo una Feliz Navidad, un abrazo y hasta pronto