martes, 20 de octubre de 2009

CÁRCELES DE TELA



Desde la adolescencia, la mujer musulmana es condenada a cadena perpetua, sometida al hombre, a su familia, con libertad condicionada a lo que la sociedad impone como norma estricta. Saltarse esa norma, supone pasar de la cadena perpetua a la pena de muerte. El Islam es ante todo una Religión comunitaria en la que el aspecto legislativo tiene una importancia capital, sin perdón para el infractor.

En los países islámicos, todas las mujeres, musulmanas o no, están recluídas en sus vestiduras que ocultan sus formas femeninas, y apenas dejan ver unos centímetros de piel. La vergüenza de ser mujeres; objetos de deseo y de pecado. Su dignidad, no tanto como mujer sino como madre, hermana o esposa, depende de su grado de sumisión, que es lo que significa "Islam", y su virtud y piedad dependerá de su aspecto externo.
En Occidente, tan comprensivos y pusilánimes con otras culturas sin esperar reciprocidad, cada vez nos encontramos que las comunidades islámicas "exigen" respeto, esgrimiendo unos supuestos derechos y libertades... El velo islámico es una cadena secular atado al cuello de la mujer, depositaria del honor del marido y de la familia. Las comunidades musulmanes exigen que la sociedad se adapte a sus circunstancias, y el diálogo consiste en doblegarse a sus modos y costumbres. Es una verdadera imposición a la sociedad.

De hecho, el uso del velo islámico es objeto de polémica por ese motivo, que no pasa con ninguna otra prenda, porque el velo islámico es un arma arrojadiza, una reivindicación que perjudica la pacífica convivencia y condena a las mujeres musulmanas a asumir de por vida, un papel secundario en la sociedad, sometida al hombre y a su familia. En no pocas ocasiones esa renuncia puede ser voluntaria e incluso alegre, pero qué pasa con el resto... los millones de mujeres que no pueden elegir? Lo justo sería que cada cual vistiera como le da la gana, pero la realidad es otra, y no se puede olvidar.


En la Casa Islámica, instrumento en lengua española del proselitismo musulmán, hace odiosas comparaciones; de una parte con la mujer occidental, que poco falta para llamarlas rameras, y las monjas, como ejemplo de pureza y entrega. Se les olvida que en ambos casos son decisiones tomadas por personas libres. En el caso de la mujer musulmana, cubrirse la cabeza significa pérdida de libertad, al pasar a ser posesión del marido, como se aprecia en el siguiente vídeo. La mujer dócil y humilde, sometida a la voluntad y autoridad de su señor marido.



Por una parte, el fomento "amable" del velo islámico, como un ejercicio de libertad de la mujer, incluso como objeto muy "fashion" como si fuera un complemento de "fondo-de-armario" como un gorro de lana, o algo así, pero no es así; el velo no tiene ese significado glamouroso, sino la renuncia, voluntaria o no, a la dignidad como mujer.

De todas, el siguiente vídeo, elaborado por la Casa Islámica tiene su encanto, si no se conociera la realidad represiva y machista que oculta.



La existencia del velo islámico, en realidad es un atentado contra los derechos humanos de las mujeres, y aunque haya formas menos severas de llevarlo, incluso con gusto, representa un tipo de esclavitud incompatible con los valores irrenunciables de igualdad en dignidad entre hombres y mujeres. Ahora, ver este vídeo.

8 comentarios:

miquelet dijo...

Bueno, la verdad es que hace poco estuve una semana en Marruecos y lo máximo que pude ver en mujeres de menos de 40 años era el hiyab. Entre las más jóvenes, su uso, en una ciudad bastante conservadora en ese sentido como Fez, estaba en torno al 50%. Hay muchísimas parejas que se comportan y visten ya a la manera occidental y nadie ya las mira mal. Las condiciones extremas se dan en países donde la religión ejerce un poder casi absoluto, como Afganistán o Arabia Saudí.

Salud.

ROSTAM dijo...

Cierto, amigo Miquelet, que el uso del velo islámico varía mucho de un país a otro, o en comunidades rurales o ciudades, sencillamente por un grado de secularismo, pero no te fíes de las apariencias. No es un tema de modas.

El islamismo va en aumento, y una de sus señas de identidad es la imposición del velo entre las mujeres.

El velo islámico no es como si la gente prefiere el coche al camello. Significa sometimiento de buen grado o a la fuerza a las costumbres represivas en una sociedad en la que la mujer vale menos que un hombre.

Aunque haya sociedades más flexibles que otras, las mujeres en el Islam tienen una situación poco envidiable, la verdad.

Saludos

Sarinha dijo...

Es cierto que a nosotros, desde nuestro punto de vista occidental, nos puede parecer horrible portar esas prendas por obligación. Pero realmente habría que saber la opinión libre de las que lo llevan, quizá más como tradición que como imposición. No sé, no lo veo claro. Un besito Rostam!!

ROSTAM dijo...

Hola Sarinha,

Estoy de acuerdo que según nuestra tradición de libertad que cada uno haga lo que quiera, y como dice el refrán "sarna con gusto no pica".

El tema es que el velo no es una prenda más sino el significado que tiene para la mujer musulmana, y hasta qué punto se debe tolerar, igual que otras costumbres contrapuestas a los valores occidentales.

Hay chicas preciosas con velo, como vemos por la calle o en el vídeo que he colocado.

Si es una decisión libre, es respetable, pero igual que las mujeres maltratadas que retiran la denuncia a su maltratador. No quiere decir que respetar sea aceptar una situación que puede ser denigrante para una mujer, aunque ella la acepte de buen grado.

De todas formas, el tema de fondo es la situación de la mujer en el mundo islámico, en el que el velo no tiene más importancia pero señala a la mujer como persona subordinada al varón, como un ser discriminado, de segunda.


Besote querida amiga

Anaroski dijo...

Nunca entenderé este tipo de situaciones, creo que el que llega es el que se tiene que adaptar, pero seguro que alguien me acusará de racista. Creo que no se lo debían permitir en espacios públicos, y en casa que hagan lo que quieran.

ROSTAM dijo...

Amiga Anaroski,

Nadie te puede acusar de racista porque lo que dices es de sentido común.

Tampoco creo yo en el multiculturalismo, sino en una sociedad de acogida con una cultura formada por las aportaciones culturales de las personas que se han ido incorporado a lo largo de la historia. Un aporte por cierto muy enriquecedor, y orgullo de España

Cuando hay valores incompatibles, sin duda nosotros no tenemos por qué adaptarnos a ellos.

En el caso concreto del Islam, es bien sabido que a la sociedad musulmana, salvo raras excecpiones, les resulta complejo integrarse y convivir respetando otras creencias y formas de entender la vida.

Y ciertamente el velo islámico no ayuda precisamente a la integración, y mantiene a la mujer en una situación de inferioridad respecto al hombre incompatible con nuestros valores, equivocados o no, que es otra cuestión.

Por supuesto que en su casa o en la calle hagan lo que quieran, pero en otros aspectos no se puede consentir situaciones de excepción en las escuelas, en juicios, en la administración, o simplemente a la hora de sacar un carnet.

Estoy contigo, gracias de nuevo por tu opinión y felicidades de nuevo por tu blog.

Un saludo muy afectuoso

Beatriz Basenji dijo...

Te dejo un saludo con toda mi solidaridad para con las mujeres del Islam.En mi blog(La Salsa Madre) publiqué el pasado año LAS MUJERES DEL ISLAM y siempre que tengo ocasión entro a romper lanzas por nuestras hermanas musulmanas.Tanto va el cántaro a la fuente que al fin un dia se romperá y la Humanidad aprenderá a convivir en Paz y dignidad para todas. Cordiales saludos.

ROSTAM dijo...

Gracias Beatriz por tu amable y acertado comentario.

Cierto que la situación de la mujer en el Islam es de completa indefensión frente a las estrictas normas islámicas.

Quizás la humanidad mejore, cuando entandamos que el problema de una persona, es el problema de todos.

Un saludo muy afectuoso y espero coincidir de nuevo contigo