miércoles, 14 de octubre de 2009

NEGANDO EL HOLOCAUSTO

La negación del holocausto es constitutivo de delito. Negarlo es como si nada hubiera pasado, y de alguna manera se justificaran los crímenes contra la humanidad. Se hacen cómplices de los verdugos y se insulta la memoria de las víctimas, de sus familias y amigos. Esos desalmados, con su ceguera, mantienen viva la locura que llevo al exterminio sistemático de personas, sacrificadas en el altar del odio y el egoismo.

Pero lo primero es honrar como se debe y tratar con el máximo respeto a las millones de víctimas inocentes exterminadas sistemáticamente, sean judios, palestinos, armenios, kurdos, gitanos, eslavos, cristianos, musulmanes...libres o esclavos, sanos o enfermos incurables. No son números, sino personas individuales.

Lo segundo es la condena de los culpables y el reconocimiento público del crimen para que no se repita

Estas injusticias por desgracia son patrimonio vergonzoso de la humanidad, en la que todos podemos tener parte de culpa, por comisión o por omisión.

No hay monopolio del sufrimiento. Hay también holocaustos sin voz, sin condena

Hay un holocausto especialmente siniestro que es la eliminación sistemática de los más débiles en las sociedades que se llaman avanzadas. El grito silencioso de los inocentes a los que su propia madre elimina sencillamente porque es una molestia incómoda, inoportuna.

Pero con la misma frialdad inhumana se actúa contra el enfermo terminal. Quizás se atreven a hablar en ambos casos de "muerte digna", pero al No-Nacido ni siquiera le ofrecen la dignidad de persona, ni las útimas voluntades del condenado a muerte.



Y amplios sectores de la opinión pública se permite argumentar que es un supuesto derecho de la mujer a decidir sobre "su cuerpo", incluso para experimentar con los embriones humanos, El fin justifica los medios, como pensaba Mengele.


Son leyes que van tanto contra el niño como contra la mujer. Y en definitiva contra la sociedad que no protege a la familia.

Vivimos en un Estado que ha perdido el rumbo cuando decide frivolamente sobre quién merece vivir y quién morir, quién es o no persona. Una sociedad autodestructiva que más que contra la Vida, va contra la Persona.

¿Hasta cuándo se puede callar este crimen legal?



Desarrollo fetal del Bebé No-Nacido desde el instante de la concepción
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Interesante Vídeo con fotografías en alta resolución y el Canon de Pachelbel




http://cadavidaimporta.org


No os perdáis este corto elaborado por ginécólogos con imágenes reales de fetos de 12, 15 y 30 semanas de edad...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo único que espera la inefable aído es que la polémica se vaya diluyendo poco a poco hasta que la legalización del crimen deje de ser noticia de actualidad. Y ese es el camino que ha tomado por orden de Zapatero, verdadero ministro del crimen, que eso de los tiempos lo sabe administrar muy bien, aunque en todo lo demás sea un completo inútil.

ROSTAM dijo...

Anónimo,

Bueno, creo que la clase política no está en sintonía con los ciudadanos.

Cierto que el actual gobierno es especialmente sectario y ha tomado este tema como algo muy suyo, quizás porque divide a la derecha, quizás para desviar la atención de problemas más graves...quién sabe.

Sin embargo el crimen del aborto viene de lejos y nadie, ningún partido ha presentado verdadera batalla.

No toda la culpa es de Aído y Zapatero. Ellos después de todo están en su papel. Es la ciudadanía la que debe exigir un cambio de rumbo. No olvides que los políticos se mueven por los votos.

Saludos

Anónimo dijo...

Rostam:
Cierto es que no toda la culpa es de aído (no se merece ni la inicial en mayúscula) o de Zapatero, pero es él (en boca de ella) el que trata de relativizar, justificar y banalizar el aborto con argumentos tan falaces como manipuladores.
Así que sí: ningún partido ha presentado batalla contra esta lacra (según todos los políticos hipócritas por razones feministas, como si el feminismo se acabara con respetar la vida de un hijo), pero el cambio de la percepción de lo que es realmente el aborto hasta convertirlo en algo aceptable, que es lo que busca ZP, sólo lo ha hecho este gobierno y sus acólitos.
Así que es grotesco que ZP abomine al nazismo en Israel y en su país legalice el hecho de matar criaturas en el seno de su madre.
Pinciano.