viernes, 24 de octubre de 2008

LA SOCIEDAD DEL MALESTAR





Una tarde un famoso banquero iba en su limusina cuando vio a dos hombres a la orilla de la carretera comiendo césped.

Preocupado, ordenó a su chofer detenerse y bajó a investigar.
Le preguntó a uno de ellos:
- ¿Por qué están comiéndose el césped?
- No tenemos dinero para comida. - dijo el pobre hombre - Por eso tenemos que comer césped.
- Bueno, entonces vengan a mi casa que yo los alimentaré - dijo el banquero.
- Gracias, pero tengo esposa y dos hijos conmigo. Están allí, debajo de aquél árbol.
-Que vengan también,- dijo nuevamente el banquero.
Volviéndose al otro pobre hombre le dijo:
- Ud. también puede venir.
El hombre, con una voz lastimosa dijo:
- Pero, Sr., yo también tengo esposa y seis hijos conmigo!
- Pues que vengan también. - respondió el banquero.

Entraron todos en el enorme y lujoso coche. Una vez en camino, uno de los hombres miró al banquero y le dijo:
- Sr., es usted muy bueno. Muchas gracias por llevarnos a todos!!!
El banquero le contestó: -¡Hombre, no tenga vergüenza, soy muy feliz de hacerlo!.
Les va a encantar mi casa.... ¡El césped está como de veinte centímetros de alto!

Moraleja:
Cuando creas que un banquero te está ayudando, piénsalo dos veces.

Es muy improbable que un banco se apiade de ti si andas necesitado. Estamos en una sociedad que si debes cien mil euros tienes un problema, pero si debes cien millones de euros tienen un problema, el resto de la gente.



Y para comprender lo que nos ha pasado en el hiperconsumista mundo occidental nada mejor que un vídeo explicativo. El paso súbito de la idolatrada sociedad del bienestar a la sociedad del malestar... El final del capitalismo salvaje?



Y mientras, los Gobiernos "inyectan" increibles sumas de dinero (de dinero público) a los Bancos, hasta la fecha más preocupados de sus ingresos millonarios, y no demasiado sensibles a las necesidades sociales, como parte de su responsabilidad empresarial.

Y sin embargo esos mismos gobernantes regatean cualquier ayuda a la Iglesia, o ponen mala cara cuando los católicos señalamos la X de nuestros impuestos para el sostenimiento de la iglesia, porque nos parece una forma eficaz y razonable de usar ese dinero.



Antes de hablar deberíamos conocer la realidad, para agradecer lo que estas personas hacen en todo el mundo. El dinero público muchas veces se malgasta entre asociaciones amigas y empresas afines ideológicamente, con unos resultados bastante discutibles. Esto debe cambiar a partir de ahora, que se ha descubierto el pastel

¿Quién hace algo por los más necesitados? Esta es la cuestión







Como consecuencia de la crisis económica, Los servicios de acogida y atención primaria de Cáritas repartidos por toda España han registrado en el primer semestre del año un incremento de demandas de ayuda económica superior al 40 por ciento, que se estima que será del 50 por ciento al finalizar 2008.

Según esa encuesta, entre las personas que están solicitando más ayudas figuran las mujeres solas con cargas familiares, los parados mayores de 40 años con baja cualificación profesional, las familias jóvenes con hijos de corta edad y las mujeres inmigrantes que buscan empleo por primera vez al quedarse sus maridos en paro, es decir el sector socialmente más vulnerable y desasistido.

En los momentos difíciles, cómo se refleja en la estupenda película "Crash", http://www.decine21.com/Peliculas/Crash-477.asp?id=477 es cuando las personas damos lo mejor (o lo peor) de uno mismo. La Iglesia, a través de su inmensa y discreta obra social, siempre está atendiendo a los más desfavorecidos, sin esperar el reconocimiento que en justicia se merece.


La Obra social de la Iglesia en cifras: Más de 31.000 millones de euros; unos 51,9 billones, con b, de pesetas. Semejante cifra no es el premio de lotería más grande del mundo ni el presupuesto de Defensa de EE UU. Es la cifra que tendría que costear el Estado español para sustituir la labor social que realiza la Iglesia. Levantar sus colegios y hospitales, atender a los enfermos, ancianos, marginados, niños e indigentes, mantener las instalaciones... toda una red de actuaciones que se sostiene gracias a la esmerada y silenciosa labor de los católicos. Nada que ver con la «sobrefinanciación» que comentó el ministro de Trabajo. http://www.caritas.org/


Estos momentos de cambio son una ocasión de arrimar el hombro, de ser solidarios, de no dejar a nadie solo, de auxiliar a las víctimas abandonadas por la riada del estado del bienestar.




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10 comentarios:

Anónimo dijo...

Y lo que queda por venir...

ROSTAM dijo...

Amigo Max Birrax.

Ciertamente esto va a ser de largo recorrido. Creo que es el momento de replantearse hacia dónde iba una sociedad de consumo desmedido como la nuestra.

No hay duda que la crisis es un problema, y cuanto antes salgamos mejor...pero puede tener un efecto purificador beneficioso para una sociedad enferma. Es un momento de reflexión.

Adorábamos a la diosa "Bienestar", y vemos que tiene los pies de barro. Y ahora qué?

Un abrazo, mi amigo

la reina de Ramses dijo...

El sistema capitalista sobre el que hasta ahora hemos basado nuestro sistema de vida se derrumba. Agotados en muchos casos los recursos del planeta, la población mundial que va en aumento, ve peligrar las “sociedades del bienestar” de unos pocos y crecer de forma preocupante las “sociedades del malestar” de muchos.

Este derrumbe no afecta sólo a nuestros bolsillos y por ende a nuestra calidad de vida (muy ficticia por cierto), afecta de forma muy directa a nuestro comportamiento como seres inteligentes dotados de alma (según creo yo).

El consumo despreocupado y desmesurado de las últimas décadas nos ha cobrado una factura tremenda, hemos estado alimentando a la bestia insaciable con la pérdida sistemática de muchos de nuestros valores; creando una sociedad ficticia, injusta y egoísta que ha “eliminado” como “no aptos” a muchos en favor de muy pocos. Tenemos más cosas materiales, pero a cambio de eso, hemos permitido que nos devore la angustia de la soledad y la insatisfacción.

La soledad mata a más personas que el cáncer en un año.

Se ha producido un colapso en nuestro modo de vida, y no es sólo financiero.

La cosas se ajustan de nuevo, es el momento de arrimar el hombro y comprender que el maná de leche y miel se agotará irremediablemente si seguimos con este despilfarro sin control.

Al margen de la “refundación” del capital cuyo resultado no soy capaz de valorar porque no entiendo nada de economía, hay una cosa cierta, el hombre actual tiene que replantearse qué quiere hacer de verdad con su vida, recoger de nuevo la sabiduría del pasado que nos ha sido legada y que hemos despreciado con una soberbia que no soy capaz de describir, rectificar ahora que aún queda algo de tiempo, para “redistribuir” con inteligencia y equidad, sustituyendo el “yo” por el “nosotros”.

Sólo desde el entendimiento de la “solidaridad” y el “hombro con hombro”, el hombre actual estará preparado para sobrevivir ahora y mejorar en el futuro, un futuro que ha de ser de todos y no sólo de unos pocos.

Este ciclo está agotado, muerto, de nosotros depende la creación de uno nuevo.

Saludos Rostam, siempre es un placer darse una vuelta por tu blog.

M. Domínguez Senra dijo...

La anécdota me ha recordado aquello de cuando a Marie Antoinette le dijeron que el pueblo no tenía pan y comentó que porqué no comían brioche. Cuando hace años estuve en disposición de recursos económicos y espirituales de poder entregar una parte de mis ganancias a la caridad organizada, me estuve informando muy bien y acabé confiándolas a Caritas.

Según una de las tradiciones de India, estamos en la era de Kaliyuga, la que nos conducirá a la autodestrucción prácticamente total de la Humanidad, y que curiosamente tuvo un momento de inflexión el mayo de 1939 (Kaliyuga es un periodo de casi 7000 años cuyo fin se producirá hacia el 2440, por lo que esa fecha es de gran precisión.
Además de la caridad, habrá que rezar más, amigo.

ROSTAM dijo...

la reina de Ramses, amiga mía, bienvenida de nuevo al blog.

El capitalismo feroz ha traido una falsa apariencia de bienestar, pero en el ámbito material es un "tanto tienes, tanto vales..." profundamente injusto, porque al igual que otros totalitarismos, considera al individuo un instrumento para la sociedad...

...claro que hay que construir juntos una sociedad del bienestar,pero no tan egosita, y con el "efecto colateral" que supone dejar de lado a los inútiles y débiles.

Confiemos que esta crisis tenga un efecto purificador, de una sociedad más humana, más solidaria, al servicio del individuo.

Tu aportación al blog es siempre muy valiosa. Un saludo muy afectuoso.

ROSTAM dijo...

Hola aaoiue, Tus comentarios siempre elevan el nivel del blog. Muchas gracias.

El crecimiento que estábamos sufirendo en la sociedad occidental era cancerígeno, desmedido, fuera de control, sin una meta concreta...

Ahora los Gobiernos están aplicando la "quimio" financiera, con resultados inciertos, y que dejan a la sociedad en los huesos.

No hace falta ser profeta para advertir que vamos por mal camino.

No hay un buen cimiento de respeto humano, de convivencia adecuada, y eso es lo que hay que recomponer para salir adelante.

En pocas palabras, es necesario redescubrir el sentido de la vida propia y en sociedad.

Efectivamente hay que rezar más al dios que más te guste...

Un saludo cariñoso

Monica dijo...

Nuestro pequeño mundo es una balanza, y estaba claro que estábamos poniendo demasiado en un platillo .......al final este ha caído por su propio peso, tenia que pasar; no se puede vivir acaparando recursos, comprando sin medida alguna y esperar que todo eso no tenga consecuencias adversas, y como siempre las consecuencias las pagan los mas débiles, en una empresa no echaran a los jefes si no a los peones..........

La cuerda siempre se rompe por el lugar mas débil ¿no?

Anónimo dijo...

Saludos Rostam:

No soy religioso y menos aún creo en los jerarcas y ministros de cualquier iglesia; sin embargo estoy convencido de que la labor social que realizan es importantísima. Los ejemplos que pones, cáritas, hospitales, colegios, etc. merecen todos mis respetos y considero que están siendo injustamente tratados por muchos.

Leo los periódicos, foros, escucho conversaciones y a veces pienso que se está vulnerando el derecho constitucional a la libertad de credo. Que unos no seamos religiosos no significa que no respetemos el derecho a creer en el dios que les venga en gana a los demás. Ayer o anteayer leí a alguien que se apropiaba de la frase de Garibaldi: “colgar a los curas con las tripas de los reyes”, y se quedó tan pancho; es el mismo progresista que dice “No a la guerra” o “papeles para todos” u otras consignas igual de solidarias. Pero no es solidario con quienes se sienten reconfortados creyendo en un Dios. A mi éstos no me molestan y no dejo de sorprenderme con los “ultralaicos”; con los extremistas que acusan de extremistas a quienes no piensan como ellos.

No confío en que el nuevo “orden capitalista” que se intenta diseñar cambie mucho las cosas. Creo que quienes manejan el cotarro solo buscan fórmulas para asegurar mejor sus negocios. Seguirá existiendo un 1º, 2º, 3º y 4º mundo, desgraciadamente. Los niños seguirán picando piedra en la India, en Africa y cosiendo zapatillas en China mientras los dueños del bacalao ganan dólares a montones. Nos engañan y nos seguirán engañando.

(( espero que entendieras que mi comentario del payaso tiroteado era una broma. Molaba. Aunque el ajuste de cuentas, como todos, estaba desequilibrado…)).

Saludos a todos y a todas.

ROSTAM dijo...

Querida Mónica, el estallido de la burbuja se veía venir. Por desgracia nadie ha tomado medidas para prevenir las consecuencias y así estamos.Tampoco tenemos el mejor gobierno deseable para una crisis, pero eso es otro tema.

Cierto que afecta a todos, pero unos lo vamos a sufrir más que otros, como siempre.

De nada vale lamentarse sobre lo que pudo haber sido. Es el momento de replantearse la vida de forma diferente, con dosis de realismo pero también de optimismo.

Ya sabes el dicho.."A grandes males, grandes remedios" Saldrán cosas positivas, ya verás.

Un abrazo.

ROSTAM dijo...

Amigo Necronomicón.net. Me alegra especialmente tu visita y comentario.

El problema religioso es algo personal, y respetable en cualquier caso. Lo que comentas es cierto, la sociedad liberal en la que vivimos es cada vez más intolerante con la libertad individual en mil manifestaciones. Todo tiene que ser políticamente correcto según opinen las mayorías, y eso afecta a las creencias, opiniones, moral, modas,lenguaje, etc...

Pero efectivamente tampoco hablo de la jerarquía, aunque yo la respeto, sino de la actividad asistencial y educativa de la Iglesia,imprescindible para la sociedad y más en tiempos de crisis y soledad.

Decía una señora en un programa: "Lo que yo veo es que los pobres van a pedir a las puertas de las iglesias, no de los sindicatos..."

Si el nuevo sistema capitalista (o lo que sea) no es más humano y solidario no hay nada que hacer. Las injusticias cada vez será mayores.

En España todavía no se ha entendido que las democracias están para defender a las minorías. Las mayorías ya se defienden solas...Esto es política anti-rodillo.

En cuanto al ajuste de cuentas de "burgerbandas" rivales, tienes razón que me pasaba diez pueblos.

Un abrazo, amigo