Todo se puede comer, cortado suficientemente fino (proverbio chino)
Lo primero es conseguir una rana común, sana y sin golpes, e intentar ganarse su confianza con palabras amables y pequeños obsequios; mosquitos, migas, etc. Actuando así su carne es más sabrosa y tierna. Ya veréisEsta receta que os propongo es muy sencilla y moderna. Se puede hacer con una o más ranas a la vez, es el secreto está en el tiempo de cocción y en haberse sabido ganar a la rana. Esto último depende de la habilidad de cada uno, y en cuanto al tiempo de cocción hay teorías varias...
Si probamos a arrojar a la rana viva en una cazuela con agua hirviendo, la rana vemos que pega un bote y se larga, y nos quedamos sin comer.Sin embargo, si introducimos a la rana en la cazuela con agua fría, no le hará mucha gracia pero estará nadando, se supone que para entrar en calor...
Se va subiendo la temperatura y comprobamos como la rana lo agradece e incluso parece que sonríe, con el agua tibia que sigue calentándose...está encantada de la vida, jamás se encontró mejor, pero poco a poco aquello es una sauna, y ya no es tan agradable..mira a ver dónde puede subirse, quizás aquella patata...se va adormeciendo y al final queda cocida, tan rica y tiernamente como una gamba
La rana no detecta los pequeños cambios paulatinos que se producen en su entorno, sólo percibe lo inmediato; una agradable tibieza que termina llevándole a la muerte, pues cuando quiere reaccionar ya es tarde, bien porque carece de fuerzas, bien porque no encuentra la base necesaria para apoyar un enérgico salto o simplemente porque carece ya de la voluntad de salvarse.Peter Sengue lo recoge en su libro “La Quinta Disciplina” para referirse a la gestión de empresas e ilustrar lo que les puede pasar a aquellas organizaciones que no detectan los pequeños aunque constantes cambios que experimenta el entorno: acaban por fracasar, pudiendo desaparecer cocidas en su propio inmovilismo y autocomplacencia.
Más aún, desde mi punto de vista se puede extender el ejemplo a la sociedad actual, en España y en muchos países, en dónde los ciudadanos se han deslizado por adormecido por el estado del bienestar y como la enfermedad del sueño, o la pobre ranita, termina en parálisis y muerte. Ya lo dijo con su gracia andaluza Alfonso Guerra, actualmente en paradero desconocido,... "a este país no lo va a reconocer ni la madre que lo parió"
Objetivamente vivimos más y mejor que nunca, sin embargo hemos ido sufriendo recortes paulatinos en nuestras libertades, corrompiendo costumbres, volviéndonos más egoistas, sin un sentido claro de la vida...Nos han quitado los ideales, rectos o no, y ha cambio no nos han dejado nada. Mientras hay dinero para gastar, todo son risas y juerga en una sociedad de consumo compulsivo, pero cuando se acaba, la sociedad termina cocida.

Como en la oscarizada (6) y magnífica película Crash, necesitemos sacudidas, impactos para poder reaccionar en cuanto tomamos conciencia del peligro y actuar a tiempo. En esta película defiende esa idea de que ante situaciones extremas e inesperadas todos tenemos la necesidad de reaccionar de una u otra forma, unas veces heróicamente si es necesario y otras, de la manera más mezquina. Es el aburguesamiento de las costumbres lo que provoca en nosotros una muerte lenta y sin esperanza.















































